lunes, 25 de agosto de 2008

Carta 16

Rompí el abrazo para saludarla. Fue un saludo de amigos, de que otra manera pudo haber sido.

Ella le dio el pésame a mi madre quien lo acepto gratamente. Ella siempre había estado en la gracia de mi madre, ya que lo pienso ella siempre había estado en la gracia de todo el mundo. Se quedo con mi familia durante todo el entierro y fue con nosotros cuando fuimos a mi casa, desgraciadamente no tuve un solo momento a solas con ella.

Ella y Humberto nos acompañaron a mi y a mi familia todo el día hasta entrada la noche cuando Humberto la llevo a ella a su casa, antes de irse Humberto me dijo si quería que saliéramos los 3 el día siguiente. Yo no pude más que aceptar.

Esa noche la pase en mi cama, la cama que había dejado ya hacia 3 años, pensé en las cosas que no pensaba desde hacia ya tanto. Pensé en ella, pensé en la posibilidad de tener una relación con ella. Ya un tiempo después me siento mal por haber estado pensando en eso aun cuando mi padre acababa de ser enterrado, pero creo que el lo entendería.

En la casa mi madre parecía tener todo en control, mi hermana aun estaba sensible y mi hermano estaba triste pero parecía mantenerse, así que no tuve problemas para salir esa noche.

Fuimos a un bar que solíamos frecuentar en los tiempos antes de que me fuera. Reímos, bebimos, incluso bailamos un poco. Ella estaba muy callada e incluso le notaba triste. Recuerdo recordarle que yo era el que debía estar triste y que ella la que me debía animar, ella rio como acostumbraba. Esa risa, la extrañaba, esa que era el regalo que me solía dar a diario.

Cuando compartíamos otra ronda de bebidas Humberto cambio un tono un poco serio y dijo las siguientes palabras. Las cuales creo nunca olvidare:

-Fernando, amigo, te has perdido de mucho mientras estabas haciéndote el gran súper ingeniero en Europa.

-¿Si? ¿Como que cosas?- recuerdo preguntar esto con un tono digno de alguien que ya ha bebido mas de la cuenta.
-Te acuerdas del Ramiro, se caso, Diana, se nos hizo política y creo que Isaac esta dando clases en la Unam- Todas estas palabras salían torpemente de su boca, el nunca ha sido el mejor bebedor.

-Pues si, eso suena a 3 años de vida perdida.

-Pero lo más importante. Desde hace ya 3 meses que tengo la mejor novia del mundo- dijo esto mientras yo reía- Si esta hermosura- dijo finalmente abrasando y besando en una mejilla a la mujer a su izquierda, la misma que era la dueña de mis sueños y mis pesadillas.

Mi sorpresa fue tal que deje caer la botella de la que bebía. Como podía el hombre mas mujeriego que yo conocía salir con ella, llamarla a ella su novia. Humberto hizo algún tipo de broma acerca de que estaba yo tan borracho que no podía sostener una botella.

La mire y ella me devolvio la mirada, dejando que una lágrima solitaria cayera. En ese momento comprendí a que se refería con ese lo siento.

domingo, 24 de agosto de 2008

Carta 15

¿Que es lo primero que recuerdas de tu papá?
Recuerdo que era grande.

Al nacer uno ve como un ser gigantesco te toma en sus brazos y entre balbuceos, los cuales somos demasiado pequeños para entender, pero sabemos que es un juramento para protegernos y cuidarnos.

Unos años después caminamos detrás de el, queriendo ser como el. Pero como podríamos si es tan grande. Recuerdo verlo como a un súper héroe, podía cargar el mundo en su espalda y saltar tan alto como un edificio.

Al crecer te das cuenta que tu padre es humano, que envejece, que llora y que tiene fallas, como todos. Pero si tu padre es como el mio, te das cuenta de que aun asi el es grande.

Mi padre era el mas sabio, amigable y respetable de las personas que he conocido. Era grande

Al tener hijos yo espero ser tan grande como el, pues su grandeza no estaba en su tamaño, ni en su dinero, ni en ninguna de esas cosas que uno no puede llevarse consigo. Si no en la única que nos llevamos al siguiente mundo.

Mi padre era grande por que todo aquel que le hablaba por mas de 10 minutos le apreciaba y le tomaba cariño. Mi papá es grande por que aun en la muerte le amamos, todos.

Descansa con tu grandeza papá.


Esas fueron las últimas palabras que dije antes de ir a sentarme al lado de mi madre en la iglesia. Ella me pidió que lo escribiese, me dijo que el siempre quiso que su hijo mayor hablase en su funeral. Mi hermano menor apenas tenia 15 años y mi hermana tenia 10, ambos estaban sentados junto a mi madre.

Al salir de la iglesia llevamos el cajón al cementerio donde mi padre descansaría junto con mi abuelo y abuela. Mi hermano y yo ayudamos a cargarlo fuera de la iglesia.

Me encontré afuera a Humberto quien me dio un abrazo en cuento nos vimos, aun no se si fue un pésame o uno por los años sin vernos. Creo que fue ambos. En ese momento me di cuenta de cuanto me había perdido. Hablamos por cerca de un minuto antes de que Ernesto, mi hermano, me preguntase como me iría al cementerio. Humberto rápidamente me ofreció irme con el.

Llegamos al cementerio, mucha gente estaba presente igual que en la iglesia. Fui y me pare junto a mi familia, intentando no parar si no limpiar las lagrimas que brotaban escasas de los ojos de mi madre.

Mi madre, ella es una mujer fuerte y de carácter, esta eran las primeras lagrimas que le conocía. Estoy convencido de que ella amaba a mi padre tanto como un hombre puede recibir amor, y al tomarme la mano supe que ella me agradecía el haber venido.

Al alejarme, entre la gente la vi. Era ella 5 años después aun era la mujer mas hermosa del mundo. Se movió con gracia hacia mi, caminando entre todas las personas que se encontraban entonando los salmos apropiados para el descanso de el alma de mi padre.

Al estar frente a frente vi algo en sus ojos, algo que no pude entender. Nos mirábamos en silencio hasta que me sujeto entre sus brazos y me dijo un “lo siento” que salió de su mismísima alma.

No supe si ese lo siento era un pésame o una disculpa, pero yo lo acepte y la abrace mientras lágrimas manchaban su inmaculado vestido.

Carta 14

Ella se detuvo, dejo de escribirme y me dejo vivir con mi conciencia cargada de pesares que podía esconder detrás de mi sonrisa y ocupaciones. La gente aquí era nueva y quería conocerme. Probablemente no se daban cuenta de mis pesares, seria mi acento.

Una vez a la semana les escribía a mis padres. los extrañaba y ellos a mi, pero me decían que lo que mas sentían era el orgullo de tener un hijo estudiando fuera del país.

A los 3 años termine mi maestría, mi tesis fue tan bien recibida que algunos maestros me empujaron a publicarla. Después de la publicación, me dieron un lugar el la facultad donde podría tanto dar clases como hacer mis propios trabajos.

En los siguientes años publique 3 libros junto con un compañero al que le guardo mucho aprecio y estuve más de una vez a punto de contarle todas mis penas. Johan Lindbergh. Era de las personas más brillantes que conocía y era solo un par de años mayor a mi, es debería decir todavia hace un par de meses lo vi cuando vino a México a visitar la unam y fui a saludarlo. El desarrollaba el 70% de los libros por el solo y me pedía que yo los escribiera. Decía que el no sabia como explicar las cosas y que mi prosa era la de un escritor. Nunca le creí.

Nuestros libros fueron muy aceptación entre las comunidades de ingenieros en el mundo, rápidamente me hice tanto de un nombre como de una pequeña fortuna, una que nunca espere tener de ser sincero.

A solo 2 años de haber terminado mi maestría ya era rico, reconocido y con conexiones. Podía trabajar donde yo quisiera y con quien quisiera, pero no seria el caso pues tuve que volver rápidamente a mi país, el cual sin darme cuenta añoraba con tanta pasión que casi llore al oir a una señora vendiendo empanadas en el aeropuerto.

Desgraciadamente el motivo de mi regreso no fue ni lejanamente tan feliz como mi llegada. Mi padre había tenido un infarto.

sábado, 2 de agosto de 2008

Carta 13

El primer correo llego solo unos días después de que llegue a Alemania.

Hola.

Espero que estés bien y se que te debe de estar yendo muy bien en la escuela, digo siempre te ha ido muy bien.

Quisiera pedirte perdón por lo que paso la última ves que nos vimos, tu sabes a lo que me refería. Eres la persona que mas quiero, no quisiera que perdiéramos el contacto así. Espero que me contestes. Estaré esperando.

Aquí todos te extrañan. He ido seguido con tus papas, tu mama te manda saludos y me pidió que te recordara que le escribieras, Humberto te extraña mucho lo he visto como perro sin dueño últimamente, digo sigue con sus mujeres pero igual le faltas tu.

No ha sido lo mismo aquí sin ti, nada me entretiene, te extraño. Eres el único que me entiende.

Fernando espero que leas esto y que me contestes.


Aun no entiendo del todo por que deje que mi culpa me ganase en ese momento o acaso seria mi orgullo, solo se que no le respondí. Y el solo pensamiento que quizás todo fuese diferente, mejor, provoca el peor de los dolores en mi.

Quizás ella fuera mía hoy en día, pero los quizás no existen solo el dolor de lo que no fue.
"La conciencia del perdido es la que me llevara a los momentos mas felices de los dias que jamas vivi."

Los que han pasado por aqui (desde el 26 de enero, 2010)