jueves, 19 de junio de 2008

No es solo un juego

El filo de la navaja estaba ya dejando un pequeña y fina cortada en el cuello de Carla y ella no podía evitar deja escapar lagrimas de sus ojos mientras su apresador gritaba y amenazaba con terminar su existencia de no cumplir con sus amenazas.

-José no es momento de ser un héroe, dámelo y todo esto se terminara- dijo el hombre mientras seguía sosteniendo fuertemente a la chica.

-¡Ramón suéltala!- José todavía se encontraba asustado, pero se rehusaba a dejar que ramón ganara tan fácilmente.

-La soltare en cuanto me lo des.

-Esto no era parte del trato- Por supuesto que no era parte del trato, José jamás hubiese involucrado en algo tan peligroso a su prometida.

-Igual, no creo que quieras ver morir a esta belleza, ¿verdad?-Dijo Ramón mientras sostenía con su mano libre la cara de Carla.

-¡Yo no importo! No se lo des, el no lo debe tener- Grito Carla antes de ser golpeada por Ramón.

José pensaba muy seriamente en ese momento, si se lo entregaba a Ramón el y Carla estaban perdidos, pero no podía ver como la mujer a la que amaba moría frente a sus ojos. En ese momento decidió que haría.

-De acuerdo te lo daré, pero si le haces daño te mato.

-No esperaba menos de ti José- dijo Ramón antes de soltar una risa que parecía salir de su alma, su negra y podrida alma.

Tomo la tarjeta y se la entrego a Ramón, este sonrió mientras separaba la cuchilla del cuello de Carla. Ella corrió a los brazos de José mientras dejaba salir lagrimas y muraba algo que sonaba algo parecido a “no debiste, no debiste”
-Enserio creíste que yo lastimaría a la mujer que esta embarazada de mi hijo- Dijo mientras guardaba la tarjeta en su saco.

-Eso no es cierto, no puede ser- Dijo mientras miraba firmemente a Carla a los ojos.

-Lo siento- fue lo único que pudo decir ella mientras se intentaba aferrar a el.

José empujo a un lado a Carla y se abalanzo sobre Ramón. Rápidamente ambos cayeron al suelo donde luchaban por tomar control del arma blanca que Ramón sostenía en su mano. Carla no podía evitar lanzar gritos pidiéndole a ambos que se detuvieran, hasta que de pronto vio como sangre empezaba a escurrir por el piso y el par de hombres dejaron de pelear.

José se puso de pie con las manos ensangrentadas mirando fijamente a Ramon quien sujetaba firmemente la tarjeta acercándola a su pecho, murmurando “gane, yo gane”.

La policía no tardo en llegar minutos después, empezando a hacer preguntas a las únicas dos personas que tenían la menor idea de que había pasado esa noche.

Fue especialmente difícil explicar en que momento el juego de monopoly estuvo fuera de control.

3 comentarios:

Janeth Chan dijo...

Haha está cool =)
me gusta ese humor negro tuyo, sigue así.

Por eso no juego Monopoly, demaciado estresante.

Take care you big guy x).

Anónimo dijo...

jajajajajajajja.. sii entre el monopolis, el turista (orgullosamente la version mexicana >< ^^ ) y el risk el mundo se llena de agresion, conflictos y amenazas.

ya hace falta una partida de risk no?

Anónimo dijo...

ah y jamas liberare al presidente... hasta k se cumpla de lo chocobos para todos... el jura que no existen pero... el tiene el poder...

y si, si estoy aburrida por eso tengo metro O:

no me importa k no suelas firmar.. firma y calla!!

"La conciencia del perdido es la que me llevara a los momentos mas felices de los dias que jamas vivi."

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