Hombre feliz

He estado un poco ocupado esta semana; haciendo mil cosas y haciendo nada. Por eso tendrán que disculparme si este blog está un poco abandonado pero permítanle les cuento lo que vi esta semana.

Todos los días camino de un lado de la universidad al otro intentando llegar a tiempo a la clase de italiano (io parlo il italiano MOLTO BENE). Al cruzar la calle que separa la universidad de la escuela de lenguas oigo sobre la música de mis audífonos el rugir de un motor, asumiendo que se trata de una motocicleta o una motoneta camino rápidamente a la banqueta refugiándome de un posible atropellamiento.

Pero oh no, cual es mi sorpresa cuando al girar a buscar una moto me encuentro con la imagen más genial y divertida de mi semana.

Veo a un hombre un poco pasado de peso con un casco de bicicleta y moviéndose a alta velocidad en lo que solo puede ser descrito como un patín del diablo con motor y asiento. El hombre riendo todo el camino y saludando a la gente vestía un traje de los que los trabajadores importantes de una empresa usan.

Este cabron sudaba genialidad solo por la actitud.

Muchos se reían de él, algunos lo miraban en asombro. Yo por mi parte no pude evitar sonreír. Esto mis amigos no se debe de confundir con reír, no es lo mismo. Reír es encontrar algo gracioso y demostrarlo con una carcajada que se expresa de manera visual y sonora. Por otro lado, sonreír es mostrar alegría de manera visual con una mueca.

Eso fue lo que me pasó. Ver a este hombre andar por la calle tan alegre y despreocupado me provocó una ráfaga de alegría que me puso de buen humor el resto del día.

La verdad después de pensarlo, ese hombre me da un poco de envidia. Yo quisiera a mi edad ser tan despreocupado como el. Ya no digamos cuando sea mayor.

Me despido recordándoles que la vida es demasiado importante para tomarse enserio.