The boys are back in town

Arrastramos nuestros pies lentamente por la banqueta, intentando mantenernos tan silenciosos como fuera posible.

"Wey, deja al gato empaz" le dije al mal intento de ninja que parecía estar obviando el factor de silencio de nuestra misión.

"Pero velo como corre de la guitarra" dijo mi compañero que utilizaba su guitarra como garrote.

"shhh, los dos. Ya cállense es aquí en laskina" dijo el comandante de la operación.

La casa, como el resto de las casas en la manzana, se encontraba en un silencio sepulcral, que solo era perturbado por los tres hombres que se encontraban tambaleándose frente a la última casa de la manzana, la casa de la esquina.

"Ahora, mis cabrones, desde arriba" nos dijo con seriedad el comandante.

Segundos después la guitarra/garrote empezó a sonar con una melodía que era ya todo un himno para el hombre borracho que canta fuera de la casa de una mujer.

"Yo sé bien que estoy afuera, pero el día en que yo me muera se que tendrás que llorar" desafinadamente cantó el comandante.

"Llorar y llorar" aullamos al unísono el guitarrista y yo.

"Dirás que no me quisiste, pero sé que vas a estar muy triste…"

"Llorar y Llorar" cante yo decidido a continuar mi participación en el acto.

"Wey eso no va" me informó el guitarrista.

"¿Listos? Ok ¿dónde íbamos? Ah, sí. Y ahí si te vas a quedar" continuo el decidido comandante.

"¿Aquí es donde gritamos ¡Ahí puta!?" pregunte al comandante.

"Eso no va en la canción wey"

"Pero para tener más efecto en el publico" dije yo.

"¿Cuál publico wey? Somos nosotros tres nomas. Todos los demás están dormidos, son las tres de la mañana" dijo el garrotista, digo guitarrista.

"Shhta, donde vamos" dijo el comandante continuando su misión de informarle a su mujer que ahí se iba a quedar.

"¿Cómo va?" pregunto el comandante seriamente confundido.

"CON DINERO Y SIN DINERO…" gritó con todos sus pulmones el músico.

"¡Eso! HAGO SIEMPRE LO QUE QUIERO Y MI PALABRA ES LA LEY" gritó el comandante siguiendo el ejemplo del guitarrista que parecía querer conseguir más público.

"Wey tengo ganas de mear" le cante a mis dos acompañantes que estaban tomando aire para seguir gritando/cantando.

"NO TENGO TRONO NI REINA NI NADIE QUE ME COMPRENDA" siguieron rugiendo los hombres.

Siendo yo un borracho con vejiga hiperactiva me decidí a buscar un buen refugio para liberar el estrés. La llanta del carro estacionado frente a la casa de la esquina parecía un buen lugar.

"Y…YO…SIGO…SIENDO…EL…REY" gritaron los fracasos de mariachi que seguían intentando llamar la atención de las mujer que había ofendido a mi comandante.

Un rechinido se oyó cercano, tan cercano que parecía provenir de la casa a la cual le ofrecíamos la serenata.

"HEY" fue lo que grito alguien desde la puerta.

"Wey es su jefa. Córranle" Dijo el comandante poniendo sus pies en acción.

"Espérenme cabrones…" dije corriendo tras de mis compañeros intentando subir el cierre del pantalón sin lastimar una parte de mi cuerpo que, no he de mentir, es muy importante para mí.

Así paso, o por lo menos así lo soñé, o quizás me lo platicaron. Bueno, también me lo pude haber imaginado.