No sé qué escribirles hoy. No puedo relatarles a mis lectores lo que más deseo en este mundo contarles. No puedo.
Me gustaría abrir mi pecho y derramar sus contenidos sobre mi teclado y que todo lo que el idiota de mi corazón siente llegaran a los monitores de mis fieles y últimamente olvidados, tres lectores.
¿Que verían aquí si pudiese hacer eso?
Confusión, melancolía, felicidad, tristeza (juntas, hay cabron), desesperanza, decisión, culpa y una bolsa grande con miles de pequeñas y efímeras emociones, las que menos duran y son las que más recordamos.
De pronto siento que no tengo la sagacidad o elocuencia necesaria para contarles lo que pasa por mi mente y mi pecho. Me lastima dejarlos a ciegas, pues uno debe hablarle al que quiere escuchar (no como otros, que se ponen a gritarle a los sordos).
Quizás mañana o quizás después, pero esto cambiara. Para bien o para mal, pero esta sequia de talento se acabara. Hasta entonces tendré que seguir exponiéndolos a la mala redacción de mi mente nublada.
Récenle al dios que tengan que despeje la neblina, no me importa no ver el sol. Solo quiero poder escribir y que ustedes me lean.
2 comentarios:
suele pasar, a mi por ejemplo cuando tengo que entregar un cuadro o tengo que tenerlo listo en una o dos semanas, algo me pasa que no puedo hacer ni una rayita, o no puedo expresarme... todo bien. un abrazo.
yeah right..
la sensacion es terrible y no seas dramatico, escribes diferente pero escribes!!!! eso ya es un tremendo avance en la neblina... aveces dura horas, dias, meses!!!.. incluso años, pero es algo a lo k nos acostumbramos no?
forzamos un poco la vista y a cuidarnos de las curvas en la carretera!... la neblina es confusa... pero pss es solo neblina
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