The last action hero

Ayer luchando contra todos los instintos que parecieran regir mi vida, Salí a hacer algo de ejercicio. (Sé lo que están pensando "pero M@X eso debe ser seguramente un error, tu eres un flojo de categoría internacional". Y si, lo soy, pero igual salí a hacer ejercicio).

Caminaba rumbo a unos campos de futbol que se encuentran a unas calles de donde vivo, estos siendo la mejor opción para ejercitar el cuerpo y ser correteado por canes.

Por la hora que estúpidamente, debo aceptar, elegí para correr las calles se encontraban atiborradas (¡palabra del día!) de automóviles, gente gritando y peatones que corrían para huir de camiones.

Al llegar a un cuatro altos, me propuse a cruzarlo después de ver que una carro rojo se había detenido (por algo les dicen altos supongo), antes de terminar de quitarme del camino del automóvil la conductora decidió que ese exacto momento era el mejor para acelerar.

Mi mente se puso a trabajar, moviendo miles de gigabytes de información por segundo, recordando que haría un verdadero hombre de acción. ¿Qué haría Jackie chan? Probablemente saltar y hacer cara de "apenas me salve" ¿Qué haría el transportador? Saltar en línea vertical con el poder de sus piernas excesivamente ejercitadas. ¿Qué haría un venado? Quedarse viendo su inminente muerte con ojos de sorpresa.

Dado que no soy ni Jackie Chan, ni el transportador y tengo un ligero amor por la vida, decidí tomar mi propio camino (A la "M@X"). Se preguntaran cual es el método M@X para actuar en una situación así. Obviamente es gritar como niña mientras coloco una mano sobre el cofre del auto y salto a la seguridad de la banqueta. (Casi masculino. ¡Estuve tan cerca!).

"Casi te atropellan morro" me dijo un atento albañil, mientras reia.

"La doña, que loca se pone ¿no?" dije ahogándome la urgencia de decir "En serio, yo ni en cuenta". No me gusta molestar a albañiles los miércoles por la tarde.

Seguí mi camino pensando en cómo utilizaría este medio para maldecir a la señora y a su vehículo que habían intentado terminar con mi simple y mundana existencia, cuando a lo lejos vi el mismo carro rojo.

La "Vieja" y su peligroso auto escarlata habían vuelto para terminar el trabajo. Subí a la banqueta, esperando que no me siguieran hasta ahí, y espere a que la señora con instintos asesinos se alejara.

Grande fue mi sorpresa cuando se estaciono y se bajo del carro.

"Muchacho, ¿Estás bien? No te vi" dijo revisando que mis rodillas estuviesen completas.

"Si" respondí aun sorprendido.

"Hay, gracias a dios. Con el tráfico como esta, la gente anda toda loca y no me fije. Perdón, perdón." Siguió diciendo la señora mostrando una clara culpa que venía del fondo de su ser.

"No se preocupe. Nomas tenga cuidado en esos cuatro altos. Hay muchos niños, por la secundaria que está a la otra cuadra" le dije yo.

"Hay, que bueno que estas bien. Enserio lo siento" me dijo antes de subirse a su carro y alejarse despidiéndose de mí.

"Increíble" pensé, "Estuvo a punto de atropellarme la señora más linda del mundo".

Así paso, o por lo menos así lo recuerdo.