miércoles, 20 de enero de 2010

Expogan bautizada


Una vez al año la expogan viene a Hermosillo a entretener al pueblo y a vender cerveza. El año pasado unos amigos decidimos dar una vuelta por el tan visitado lugar. Éramos los estudiantes del segundo semestre alemán, éramos bastantes, incluyendo a la maestra y a una pareja que aun no estoy seguro como llegaron ahí.

Caminando por el mar de gente sombreruda, diría una tía, llegamos hasta donde los muy tradicionales y valientes voladores de Papantla se encontraban. Esperamos a que comenzaran su demostración de habilidad mientras una amiga y yo nos preguntábamos si podríamos derribar a uno de los hombres con una lata que teníamos a la mano.

Mientras tanto la maestra estaba siendo instruida en la cultura mexicana (¡Cheradas y más!) en las afueras del palenque donde un grupo norteño interpretaba música bailable, la pareja que hasta hoy en día desconozco fue seguida por otra amiga. Dejándonos a solo 3 ver el vuelo de los pequeños sureños que caían tomados de la soga.

Después de ver un poco de esto y un poco de aquello seguimos caminando donde encontramos una pequeña casetita de fotos, ahí alguien sugirió (si fui yo, soy el más terco ¿y qué?). Todos compramos un llavero con la foto en la que todos aparecíamos como una gran multiétnica familia.

Después de la fotografía del recuerdo pasamos a los juegos mecánicos, donde un par de amigos subieron a el ya tan famoso Kamikaze, ella encantada y el fue casi arrastrado. Girando y girando podíamos ver a ambos gritar y desesperarse. Al verlos bajar el hombre parecía ligeramente mareado y ella en perfecto estado.

Pocos minutos después me encontraba yo sentado junto a mi amiga intentando que ella no dejara su estomago estallar sobre algún vaquero o niño. Habiendo sido abandonados por la grupa que fue en búsqueda de comida, nos quedamos ella y yo escondido detrás de un puesto de sodas.

De pronto la vi pararse con urgencia y caminar a un cilindro metálico que serbia como bote de basura. Desde sus entrañas su estomago rechazaba su contenido y ella cerraba sus ojos del esfuerzo.

Yo siendo quien soy, pensé un segundo en quedarme sentado en el lugar que estaba pero me pare, fui a donde ella estaba y sostuve su pelo mientras su cuerpo se purgaba a si mismo de la carga innecesaria.

La gente nos miraba con desapruebo y curiosidad. Yo no pude más que dejar salir un leve.

"Siempre que te emborrachas es lo mismo".

Un golpe en mi pierna fue todo lo que obtuve en respuesta de la mujer que seguía vaciando su contenido estomacal en un bote metálico que promocionaba a Tecate en su costado.

¿Estoy mal por creer que fue una buena experiencia?

3 comentarios:

Anónimo dijo...

jajjajajaja!!! xD, a mi una vez me cyo baba de shaviro en la expo ehm un dia que fuimos hace rato ya ¬¬

anne dijo...

edgaaar!!! yo me acuerdo perfecto de ese momento, y me acuerdo que le dimos un trago ala soda que compro nuestra compañera la valiente JAJAJAAJAAJAJAJAAJA
y tambien que fuimos a probar suerte en la ruleta bimbo para ganarnos un bolson de pan.. y perdiiiimos!! JAJAJA
AIIEDGAR! desde entooooooonces me debes un BAILE REGUETONERO!!!! : *
tk! aniestra

Vladimir dijo...

Muy padre ese día, y yo todavía uso el llavero : ) la foto ha sobrevivido y se he paseado por muchas, muchas partes...

Bueno Edgar, nos vemos

"La conciencia del perdido es la que me llevara a los momentos mas felices de los dias que jamas vivi."

Los que han pasado por aqui (desde el 26 de enero, 2010)