domingo, 17 de enero de 2010

Visualización

"I can see my future when i can remember my past..."

Hoy, para variar, no les contare una historia, tampoco escribiré una canción ni un poema, mucho menos las aventuras de una ardilla. No, hoy les platicare un poco acerca de lo que a veces pasa en mi cabeza.

Yo cargo con la cruz de poder ver posibles resultados a mis acciones; visualizar por así decirse. No solo saber que si lanzo una pelota al techo lo mas probable es que cuando vaya por ella, esta siga en el techo. No, es algo diferente.

Al tomar una decisión pienso en todas las implicaciones posibles. ¿Que zapatos me pondré? "pues ponte los tenis por que son mas cómodos" no es tan fácil. "Hoy saldré con tal persona, iremos al cine. Pero afuera del cine podría estar mojado, si esta mojado debería llevar mis zapatos a prueba de agua. Pero si voy a caminar mucho quizás debería ponerme otros zapatos, por que estos pueden cansarme".

Esa es solo una pequeña muestra de lo que mi cabeza tiene que sufrir siempre.

Cuando me presentan a una mujer mi visualización me permite ver como sería mi vida si me caso con ella, si ella me intenta atropellar o incluso si resulta ser la hermana de alguien famoso. No lo puedo controlar, es como un caso mal desarrollado de paranoia pero con un algo de base en la realidad.

Digo que tiene base en la realidad por que cada información nueva, genera un cambio en mi visualización. Es como alimentarle datos a un calculador de probabilidad. Y desgraciadamente déjenme les digo, funciona muy bien a veces.

A la hora de decidir que es lo que me conviene y que no, esto viene en mano. Me ha permitido encontrar muy buenas relaciones con muy buenas mujeres, me ha permitido tener buenos amigos y tomar decisiones inteligentes la mayor parte del tiempo.

Pero este imbécil sentido que tengo activado me aleja de las cosas que son malas a la larga y que a la corta son buenas. Osease las cosas que valen la pena en la vida…si es que me entienden.

Hoy ya tengo 2 soluciones para sacarlo del juego.

La primera son grandes dosis de alcohol.

La segunda son grandes dosis de sentimientos.

Por un rato ambas funcionan genial, no les voy a mentir. Pero a la larga, viene la resaca. Siempre viene la resaca.

Me despido disculpándome por hacerles perder su tiempo.

3 comentarios:

Vladimir dijo...

Que padre Edgar, a mí me pasa algo similar... no es tan malo como piensas, cuando tengas treintaytantos te darás cuenta del privilegio que tienes, aunque hay muchas cosas que no necesitan pensarse mucho, sólo se toman y ya

bye

Unknown dijo...

kind of hot milk, that sounds so nasty but still...

life.. sometimes sucks...

nyxzamora dijo...

culpa a mi madre de esto
yo lo hago U.U
ajaajajja

"La conciencia del perdido es la que me llevara a los momentos mas felices de los dias que jamas vivi."

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